El motor más poderoso del universo es sin duda el amor.

Un niño italo-inglés llamado Romeo Cox, protagonista de una de las mayores manifestaciones de amor que jamás se haya contado, lo sabe muy bien.


Incapaz de llegar a su abuela enferma que reside en Londres debido a las restricciones por el Coronavirus, Romeo no se desanimó y - en compañía de su padre documentalista - partió a pie para alcanzarla y abrazarla.



Se fue el 18 de junio, el pequeño llegó a la capital inglesa el 20 de septiembre y ahora tendrá que pasar el obligatorio cuarenta de 14 días antes de poder finalmente abrazar nuevamente a su querida abuela.


Una historia muy dulce que explica, mejor que muchas otras palabras, el poder infinito del amor.