Caminar y estar en contacto con la naturaleza mejora nuestra salud.


No, ya no es solo una intuición, sino el resultado de un estudio científico inglés llamado "Monitor de compromiso con el entorno natural".



Según los resultados, pasar al menos 2 horas a la semana al aire libre aporta extraordinarios beneficios a nuestra salud: mejora nuestro sistema inmunológico, regula el estado de ánimo y la frecuencia cardíaca.


Una verdadera panacea para todas las categorías de personas: ¡desde niños hasta ancianos!


No es imprescindible hacer trekking o senderismo, basta -según los resultados del estudio- con estar en contacto con ellos al menos 120 minutos a la semana. Incluso sentado en el césped escuchando música o en un banco del parque leyendo un libro.


Un motivo más para redescubrir nuestra naturaleza ancestral. Vivir el medio ambiente es bueno, ¡preservarlo aún más!